CÁNCER DE PRÓSTATA

Qué es y cómo se detecta. Los tratamientos más eficaces y la importancia de la prevención.

El cáncer de próstata es un tumor maligno originado en las células prostáticas, y su subtipo más frecuente se denomina adenocarcinoma. Es el cáncer de mayor incidencia en hombres en nuestro país.
Este tumor suele crecer muy lentamente, por lo que a menudo no presenta síntomas tempranos. En etapas avanzadas, sus manifestaciones más frecuentes son: aumento en la frecuencia al orinar, flujo urinario débil, urgencia al orinar (aunque estos síntomas también pueden presentarse en enfermedades benignas de la próstata), sangrado en la orina y dolor pélvico o lumbar.

Su detección
“Detección” significa buscar señales de una enfermedad en personas que no tienen síntomas. Por lo tanto, apunta a encontrar la enfermedad en una etapa temprana, cuando el tratamiento puede ser más eficaz.
Actualmente, existen dos métodos para detectar problemas en la próstata:
A través del examen digital de la glándula prostática, en el que el médico examinará la próstata a través del examen rectal donde podrá detectar la consistencia de la glándula.
A través de una muestra de sangre en la que se determina el porcentaje de antígeno prostático específico (PSA). Si bien este análisis es importante, cabe aclarar que el PSA es específico de la glándula prostática, pero no es un marcador de cáncer específico. Esto significa que el índice puede dar elevado también a causa de otra afección, por ejemplo la hiperplasia prostática benigna, prostatitis u otros procesos inflamatorios. Se considera que el paciente que presenta una próstata normal con una PSA entre 4.1 – 10.0 ng/ml tiene una posibilidad de cáncer prostático de entre el 20 y 30 %. A medida que aumenta el valor de PSA esta probabilidad se incrementa.
La prueba de PSA es muy eficaz para indicar la presencia de pequeños tumores cancerosos, especialmente los que se presentan en el frente o los costados de la próstata, o muy dentro de ella. Pero el examen rectal digital, en ocasiones puede resultar muy importante detectar la presencia de cáncer en hombres que tienen niveles normales de PSA. Es por ello que, generalmente, se recomienda realizar ambas pruebas.

Factores de riesgo
La edad es, sin duda, uno de los factores de riesgo del cáncer de próstata. Muestra de ello es que se da, fundamentalmente, en varones de más de 50 años. A medida que aumenta la edad, es mayor la incidencia de esta patología, observándose el índice más elevado de tumores a partir de los 65 años. Por el contrario, es poco frecuente antes de los 45 años de edad.
Otro factor de riesgo importante está relacionado con los antecedentes familiares. Las personas que tienen un familiar directo con cáncer prostático (padre, hermano, hijo) poseen mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad; por lo que deben comenzar con los controles pertinentes más temprano. Sin embargo, cualquier hombre puede desarrollar un cáncer de próstata sin tener ningún familiar con esta enfermedad; por esta razón resulta de vital importancia realizarse los chequeos correspondientes de forma periódica a partir de los 45 años.
La dieta, por su parte, también parece estar asociada a la aparición del cáncer de próstata. Según algunas investigaciones, existen mayores posibilidades de que aparezca la enfermedad en hombres cuyas dietas contemplan un gran ingreso calórico, especialmente grasas de origen animal. En cambio, dietas con mayor ingesta de vegetales y frutas tendrían una menor incidencia en el desarrollo de la patología.
Obesidad y sedentarismo son otros dos aspectos que pueden ser considerados de riesgo. Actualmente se estudia la relación entre ellos y el cáncer de próstata, y en qué medida favorecerían su desarrollo.
Por su parte, los factores raciales podrían también estar vinculados con la aparición de la enfermedad. Hay datos que permiten inferir que es más frecuente en la raza negra americana que en países orientales. Probablemente, las diferencias en la dieta oriental con respecto a la occidental jueguen un papel importante.
Finalmente, la exposición ambiental es una variable más que puede ser determinante para el cáncer de próstata. Se ha observado un ligero incremento del riesgo de que se manifieste en personas cuyas ocupaciones están vinculadas con las tareas de granja, y en trabajadores que habitualmente están en contacto con el cadmio (baterías, pilas, industria automovilística).
Todos estos son factores de riesgo; por lo cual, la identificación con uno o más de ellos no implican, necesariamente, que se vaya a padecer la enfermedad.

La prevención
Es importante instalar en la sociedad la idea de que con la detección precoz, a través de los controles anuales, se reducen los riesgos de padecer enfermedades de la próstata; es decir, que se puede prevenir o detener, si se lo detecta tempranamente.
En este sentido, la prevención se presenta como la manera más eficaz para la toma de conciencia y el cambio de hábitos. Así como en las mujeres se ha reforzado el mensaje de prevención contra el cáncer de útero y de mamás, a partir de los chequeos médicos; lo mismo se debe realizar para los varones a partir de los 35 años, con la visita al urólogo.
En sintonía con esta necesidad, Fundación Uroclínica ha organizado una importante campaña de prevención contra el cáncer de próstata para el mes de noviembre (mes de la prevención de esta enfermedad a nivel mundial), que tendrá cobertura en toda la provincia e impacto en la región.
Con esta acción comunicacional y de índole médica Fundación Uroclínica busca concientizar a la población –en especial a los varones– sobre la importancia de los chequeos una vez al año, como el medio más eficiente para la detección temprana de los problemas prostáticos.

Tratamientos
Una vez diagnosticada la enfermedad, y de acuerdo con su estadio, las condiciones del paciente, y demás aspectos determinantes, es posible optar por las siguientes modalidades de tratamiento:
– Control o vigilancia
– Radioterapia externa:
– Braquiterapia prostática
– Cirugía
– Ultrasonido de alta frecuencia focalizado a la próstata
La decisión de la terapéutica a seguir dependerá de varios factores:
• Edad del paciente.
• Estado general.
• Estadio del tumor.
• Características de la biopsia.
• Preferencia del médico tratante.
Preferencia del paciente.

Respecto de los efectos secundarios del tratamiento de cáncer de próstata dependen principalmente del tipo de terapéutica, de la edad del paciente y de su salud general. Pueden presentarse dolores, molestias y otros efectos secundarios de leves a graves, de carácter temporal o persistentes por largo tiempo. Dos efectos secundarios importantes son la impotencia (no poder mantener una erección) y la incontinencia (no poder controlar la orina, lo que puede causar goteo u orinar involuntariamente). Cuando el médico explica al paciente las opciones de tratamiento a seguir, también le indicará qué tan leves o graves pueden ser los efectos secundarios, y cuánto tiempo podrían durar.

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